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EL TAL RÍO RANCHERÍA Y SU HIJO EL ARROYO BRUNO ¡SÍ EXISTE!

14 de abril de 2016

Por Jazmin Clan Epiayu, Vocera del pueblo Wayuu, Miembro del Movimiento Fuerza de Mujeres  Wayuu, Miembro del Comité Cívico por la Dignidad de La Guajira.

Carta abierta de los Indignados del pueblo Wayuu al presidente de la república Juan Manuel Santos.

 

EL TAL RIO RANCHERIA Y SU HIJO EL ARROYO BRUNO ¡SÍ EXISTE! “Existe tanto, señor presidente, que estos cuerpos de agua son los encargados de darle vida a los humanos, fauna y flora en mi Guajira, existen tanto que decimos que el  “ARROYO BRUNO NO ES  TUYO, NI  TAMPOCO DE UNA EMPRESA TRANSNACIONAL QUE SE LLAMA EL CERREJÓN” pero éstos conceptos son tan complejos que para usted es imposible de comprender, así como se ha hecho el de la vista gorda con muchos otros temas concernientes a La Guajira”

Señor presidente de la República

Juan Manuel Santos

 

Me dirijo a usted de la manera más respetuosa y más digna.

 

Yo soy Wounmainkat, la gran madre que con alegría ha parido a todos los Wayuu, la madre de todas las generaciones de árboles y animales, yo soy el río Ranchería, yo soy el arroyo Bruno ¿Cómo es posible que me entregues a los intereses egoístas de la transnacional el Cerrejón de la manera más perversa Juan Manuel Santos?,  ¿es que acaso los sufrimientos constantes que vive mi gente y mis suelos no son suficientes para ti?, ¿Tampoco es válido para ti, Santos, el dolor tan grande de cada una de nuestras mujeres Wayuu que vieron morir a más de 5000 niños a causa de la  hambruna y la sed, y luego enterrar a sus hijos debajo de un árbol de Trupio, o cactus seco en medio de la nada?.

 

Y es que, ¿acaso NO sabías que la muerte de mis niños wayuu es a causa del modelo extractivista minero que tú gobierno viene implementando a toda costa,  como si fuéramos tus esclavos? Solo prima para ti y tus cómplices las multinacionales, el interés de saquear y desviar los bienes naturales de mi pueblo cortando su existencia en todo momento. ¿Y es que no sabías que en mis venas corre “UN TAL RÍO RANCHERÍA Y SU HIJO EL ARROYO BRUNO?, ESTOS TALES SI EXISTEN”.

 

Pero claro que sí señor presidente, te voy a contar lo poco que queda en el Tal Río, y que hoy gritan desesperadamente como aquellos niños que mueren y siguen muriendo de la hambruna en la cual tus políticas son tan responsable como las multinacionales del Cerrejón; en las venas del “TAL RÍO RANCHERÍA Y SU HIJO EL ARROYO BRUNO ”  los pocos árboles gigantes que quedan  de bosque seco tropical, que cumplen el papel de protectores que hoy se encuentran en el peligro más inminente, tales como: el  caracolí, sanguareño, roble, orejero, guayacán, trupio, camajon, corazón fino, Jobito, guacamayo, caranganito, bejuco de agua, bejuco de clavo, bejuco marrón, bejuco cadena, zarzaparrilla, siete llagas, bejuco blanco, bejuco monda, lechoncito y pare de contar; son esos mismos que como algunos animales de ésta “magia salvaje”, están en vía de extinción, por si lo habías olvidado.

Pero, ¿Cuál es la respuesta del Estado que usted representa, ante éstas sedientas súplicas? Silencio!, una aterradora y cómplice indiferencia que se confabula con las malignas intenciones de quien busca cortar las venas del Río Ranchería; desviar el arroyo Bruno en medio de tanta sequía, tanta muerte y hambre, es la contradicción más grande jamás vista, ¿a quién se le ocurre quitarle el poquito de agua a las nuevas generaciones que han sobrevivido a tanto sufrimiento? Al honorable presidente de las locomotoras de la prosperidad. ¡Vaya prosperidad en el país más feliz del mundo, sí esto se llama Felicidad, entonces NO me interesa!

 

Señor presidente Santos, y no es solamente los árboles, ahora vienen los animales protectores y guardianes de nuestra soberana Naturaleza, por la cual estamos luchando y que no es de ninguna empresa multinacional llamada el Cerrejón: mis monos aulladores, el mono cari blanca, iguanas, mis ranas y sapos, que le cantan al TAL RÍO, el imponente penacho del cardenal, ese rey guajiro que hoy el Cerrejón se ufana de proteger, el zorro perro, zorro pardo, el mapurito, tigrillo, zorro tunga, zunduga, Morrocones, conejos, venados, culebra cascabel, Boa, la talla x, coral, guarda camino patoquilla, Guayacana, la toche, la cazadora, beuquilla,rabo seco, el alcaraván, las Guacharacas, torcaza, la guaranera, el garro piño, cataneja, el zamuro,  el sangre toro, toche, el arrendajo, el canario turpial y etcétera, son muchas especies por mencionar, y son muchos de estos animales que no quedaran siquiera en la historia, porque ni usted ni el Cerrejón dirán ni reconocerán en un futuro que fueron los autores  del vil asesinato de su hábitat natural, y por ende, de ellos mismos.

 

Señor Santos dígame una cosa ¿usted que va a hacer con todas estas especies y humanos  que están en peligro de extinción? ¿Tiene usted el Arca de Noé para poder transportar todas estas especies  y humanos para asegurar su sobrevivencia en la casa de Nariño? ¿Tiene usted toda la benévola intención de construirle casas de bahareque a los wayuu en las faldas de la cordillera capitalina? ¿Y si tanto quiere apoderarse de todo el suelo Guajiro, múdese para acá? Y sobreviva sin agua, para que sienta lo que es pasar hambre y sed en medio del desierto.

 

“EL TAL RIO RANCHERIA Y EL ARROYO BRUNO SI EXISTEN” Existe tanto, señor presidente, que estos cuerpos de agua son los encargados de darle vida a los humanos, fauna y flora en mi Guajira, existen tanto que decimos que el  “ARROYO BRUNO NO ES  TUYO, NI  TAMPOCO DE UNA EMPRESA TRANSNACIONAL QUE SE LLAMA EL CERREJÓN” pero éstos conceptos son tan complejos que para usted es imposible de comprender, así como se ha hecho el de la vista gorda con muchos otros temas concernientes a La Guajira.

 

Si tú, Santos, permites que se desvíen nuestros  cuerpos de agua, caso concreto del Arroyo Bruno, estás permitiendo la muerte letal a todo el pueblo Guajiro; si permites que  nos desvíen el arroyo Bruno, estás permitiendo la muerte a nuestros espíritus ancestrales.

Si permites que se desvíe el arroyo Bruno, estás permitiendo que en menos de unos segundos o en pocos minutos mueran más niños producto de la sed y hambruna  en mi pueblo Wayuu.

 

Si permites que se desvíe el arroyo Bruno, acabas con los sueños milenarios que reposan en medio de nuestro Bosque  seco tropical.

Si permites el desvío del arroyo Bruno permites cortarle el Llanto del espíritu del invierno trasmitido por Juyakai – hijo del dios Juya (lluvia, el que llueve), ese mismo espíritu que hoy se niega a caer, resentido de ver tanta negligencia de su gobierno.

 

Los  espíritus Wayuu transmitidos por nuestra OUTSÜ – sabedora espiritual, te exige a ti, y tu Empresa el Cerrejón, que debes devolver lo que no es tuyo, “EL TAL RIO RANCHERIA Y EL ARROYO BRUNO SI EXISTEN”.

 

NUESTROS NIÑOS, ABUELOS, HOMBRES, MUJERES Y WOUNMAINKAT QUIEREN SU RÍO RANCHERIA  LIBRE!

 

 

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