La paz tiene rostro de mujer campesina: Vida y Territorio en Sucre, Cauca.
*Esta crónica relata una de las actividades que realizamos en el marco del proyecto “Consolidación de la participación de las mujeres campesinas, afrodescendientes e indígenas de los departamentos de La Guajira y el Cauca en los espacios comunitarios e institucionales de incidencia local para la paz”, con el Grupo de Mujeres Campesinas Vida y Territorio de Sucre, Cauca.
Por Diana Granados Soler
Fotos por Duván Parra
Al sur del Cauca, entrando a la puerta del Macizo colombiano a casi 102 km de Popayán, escondido entre imponentes montañas se encuentra el municipio de Sucre. Son las ocho de la mañana y la emisora 90.5 Sucre estéreo abre sus micrófonos para escuchar el programa “Sucre con voz de mujer”. Las mujeres del Grupo Vida y Territorio van llegando desde sus veredas, la emisora, por una hora, es toda suya. Desde hace dos meses las voces de Vida y Territorio retumban en algunas radios para explicar sus ideas e iniciar diálogos con mujeres y hombres de Sucre y municipios aledaños.
26 de mayo de 2016
Los derechos de las mujeres, las violencias, el territorio, la memoria histórica, la minería y la paz, son algunos de los temas que el grupo ha escogido para sus programas. La consigna pedagógica resulta sencilla “aprender haciendo”: al tiempo que se van haciendo los programas van llegando consejos y nuevas ideas para la producción radial.
Vida y Territorio evoca las luchas de mujeres jóvenes campesinas que se enfrentan como muchas en el campo colombiano, en pleno siglo XXI, a las enormes barreras para acceder y realizar plenamente sus derechos económicos, sociales, culturales, al territorio, a la paz y a una vida libre de violencias. Varios informes demuestran cómo en Colombia existe una deuda histórica con las mujeres campesinas.
Aun cuando ellas representan cerca del 48% de la población en el campo, solo el 24% toma decisiones asociadas a la producción en la tierra, mientras que la decisión masculina es del 60% (Mesa de Incidencia Política de las Mujeres Rurales Colombianas, 2015). Sus ingresos son precarios y no reflejan una justa valoración por las múltiples labores que realizan asociadas a la producción agrícola y el cuidado para la reproducción de la fuerza laboral. El conflicto armado y las violencias en el entorno social familiar y comunitario también golpean a las mujeres campesinas. Prevalecen las desigualdades en los derechos laborales y las tasas de desempleo femenina son más altas y los salarios más bajos con relación a los hombres (Vargas y Villareal, 2014).
En medio de este contexto las mujeres de Vida y Territorio vienen construyendo una serie de propuestas que aseguren que los beneficios de la paz toquen también sus realidades. Ser partícipes de la terminación del conflicto y de una paz que abra las puertas para la justicia, la verdad, y sobre todo para la no repetición, son algunos de sus propósitos.
El viernes 6 de mayo, los micrófonos de Sucre con Voz de Mujer permitieron un diálogo importante entre las organizaciones juveniles Cartografía Sur (Bogotá) y Vida y Territorio frente a las propuestas de paz de las mujeres jóvenes. Mientras la iniciativa de fortalecer una red de mujeres jóvenes por la paz en el distrito es una de las apuestas de Cartografía, Vida y territorio se concentra en los cambios y los derechos que las mujeres campesinas esperan que la paz pueda traer para ellas. Ambas organizaciones comparten los procesos de formación y de articulación de mujeres jóvenes de diversos contextos para discutir la paz que esperan algún día disfrutar.
En el caso de Vida y Territorio, siete son hasta ahora sus apuestas más importantes: Soberanía alimentaria, comunicación alternativa, educación propia, guardia campesina, proceso de desarme en el pueblo (campaña de rechazo a las armas), empleo para las mujeres y una escuela de formación de mujeres para mujeres.
Las propuestas enuncian todo un planteamiento político de las jóvenes campesinas para que la paz no sea sin ellas y sobre todo para que las mujeres en el campo accedan a sus derechos y puedan sembrar autonomía y libertad en sus territorios.
Vida y Territorio surgió en el año 2013 como parte del proceso educativo “Escuela de Cultura Política y paz” impulsado por la Asociación Campesina Bienandantes y la Corporación Ensayos. En los últimos tres años el grupo ha sido apoyado por el Fondo Lunaria Mujer a través de los procesos de convocatorias para grupos de mujeres jóvenes sobre una vida libre de violencias y paz. Semestralmente publican el boletín Sucre con Voz de Mujer y participan activamente de diferentes iniciativas locales y regionales por los derechos de las mujeres, la paz y la defensa del territorio.