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El poder se sentirnos caminando juntas 

Crónica de una movilización convocada por las mujeres en el norte del cauca

 

 

 

 

El 25 de noviembre de 2018 más de 2.000 mujeres, hombres, niñas y niños del norte del cauca nos movilizamos para decir nunca más a todo tipo de violencias contra las mujeres, en conmemoración del día internacional de la no violencia contra la mujer. Nos movilizamos por que en Colombia según la fiscalía general de la nación entre enero y junio del 2018 se registró 10.328 casos de violencia contra la mujer y según el reporte de Medicina Legal entre enero y octubre de este año se han reportado 796 homicidios contra mujeres.

 

La violencia contra las mujeres es una realidad y por eso en el Norte del Cauca como en muchos lugares del país nos movilizamos, abrazando la protesta y la movilización como un mecanismo de visibilización de nuestras luchas y exigencias pero sobre todo por lo que implicó a nivel organizativo y de empoderamiento al interior de las organizaciones de mujeres en el Norte del Cauca; es verdad que las mujeres somos como el agua, crecemos cuando nos juntamos. Esta movilización nos dejó ese regalo, sentir que caminamos juntas construyendo y sembrando la paz que queremos, esa que se ha construido paso a paso dándole rienda a los desafíos políticos y organizativos que ha implicado este caminar que seguirá su marcha.

 

Durante tres meses liderezas de diferentes organizaciones de mujeres del norte del cauca conjuraron con pericia y dedicación lo que fuera la Gran Movilización de Mujeres, asumida  como un sueño que habría que hilar con hilo fino, pues era la primera vez que las mujeres de esta región emprendían el desafío de convocar una movilización masiva y que recoja el liderazgo de todas y cada una de las que emprendieron este sueño. El despliegue logístico, el trasporte, la comida, la convocatoria, el recorrido a realizar, cada  cosa tuvo que ser planeada y consensuada;  mientras el país, observaba como la creciente protesta estudiantil en defensa de la educación pública se alzaba como los árboles en permanente crecida, igual que la represión brutal y desmedida en contra de sus protagonistas. Mientras la amenaza de la reforma tributaria cobraba forma y alzaba un sentimiento de indignación entre los colombianos. Mientras estas coyunturas acontecían la organización de la movilización de Mujeres cobró fuerza y se afirmó el deseo de sumar luchas y acompañarnos en esas intersecciones donde podemos juntarnos y decir basta!

 

 

Se organizaron acciones pre movilización para sumar fuerzas y difundir las reivindicaciones de las mujeres atravesadas también por otras luchas. Por ejemplo el día 6 de noviembre la ACIN movilizo a cientos de comuneros en los municipios de Corinto y Toribio para conmemorar la vida de Manuel Antonio Tumiña y Daniel Coicué guardias indígenas que fueron asesinados a manos de las FARC en el año 2014. En un acto fraterno y solidario las comuneras y los comuneros acompañados por la guardia indígena marcharon hasta las viviendas de los guardias  y allí se abrazó a sus familiares y seres queridos.

 

 

Por Diana Carolina Figueroa                                                 

 

También se realizaron acciones político-artísticas en Santander de Quilichao y en la universidad del cauca sede norte para visibilizar por todos los medios que “La violencia contra las mujeres nunca más”. En estas acciones los estudiantes manifestaron el panorama de la educación pública, sus exigencias al gobierno y los motivos de su paro estudiantil.

Durante las reuniones organizativas se fueron sumando mujeres, fuimos contando en chivas cuantas mujeres estarían presentes el 25 de noviembre, cada una de las organizaciones convocantes realizó su mejor esfuerzo por aportar en la convocatoria, en las responsabilidades logísticas y de las diferentes comisiones que emergieron de estas reuniones. Confluía con mucha potencia el deseo y la decisión de construir algo colectivo para afirmar desde nuestro corazón y entendimiento que “Juntas, alegres, rebeldes y con la fuerza de nuestras ancestras tejemos los hilos de nuestra historia, resistencia y autonomía”.

 

Como parte de la preparación de la movilización, el día 23 de noviembre las mujeres encargadas de la comisión de ritualidad ofrecieron una experiencia que terminó de conjurar nuestro propósito; en un abrazo colectivo acompañado por la magia y el espíritu de la unidad, las mujeres afros, urbanas  e indígenas armonizaron el camino para que todo lo que habíamos soñado y proyectado de la marcha salga como lo esperábamos.

Entre octubre y diciembre el país entero se movilizó de diversas maneras, lo que generó también un fortalecimiento de los procesos al interior de las organizaciones sociales. Para las mujeres no era válido movilizarnos en una fecha distinta al 25 de noviembre, posibilidad que se abrió al interior del Movimiento Indígena, pues el CRIC y la ACIN convocaron a una movilización el día 28 de noviembre sumándose al paro nacional en todas las ciudades capitales del país e invitaron a las mujeres a cambiar el día de la marcha. Sin embargo nuestra lucha es en conmemoración del día internacional de la no violencia contra la mujer. Este día tiene su historia y un profundo sentido político para las mujeres, así que nos mantuvimos e insistimos en la necesidad de hacerlo como se había programado desde un inicio. Fue muy importante posicionar las luchas de las mujeres al interior de las organizaciones sociales, esto marca un precedente de empoderamiento de las reivindicaciones de mujeres en los procesos locales.

 

Llego el 25 de noviembre con un día pasado por el agua y las nubes grises en el cielo, sin embargo las chivas empezaron a llegar al Yat Wala de la ACIN vía Caloto. Allí desayunamos y nos juntamos para empezar nuestro recorrido con destino al municipio de Villa Rica, en las chivas nos desplazamos hasta el Club los Andes donde empezamos el recorrido a pie durante más de dos horas.

 

Mayra Fernandez líder del municipio de Guachene cuenta que “llegar y ver tantas mujeres negras, indígenas, campesinas, urbanas y más ver que muchos hombres decidieron acompañarnos y gritar con nosotras “no más feminicidios” “no más violencias” fue estremecedor!, esto reafirma que el feminismo es cosa de mujeres y hombres que es un acto de conciencia”.

Por su parte Clara Avila, una de las organizadoras de la movilización comenta que fue muy válido el bloqueo propuesto en la panamericana como una estrategia de visibilización  porque “aunque tuvimos varios altercados con la policía por el ejercicio del bloqueo como tal, estábamos haciendo un poco en el marco ilegal, generando caos en la vía pero con otras compañeras nos mantuvimos en decirles porque estamos movilizadas: por el alto índice de violencia hacia las mujeres, feminicidios en el norte del Cauca específicamente y porque ya no queremos ni  una mujer más violentada o asesinada. Estábamos ahí para que nos escuchen porque es la única forma de que sepan lo que pasa en los territorios”.

Cuando llegamos al peaje de Villa Rica se realizó una siembra de árboles pues las mujeres del Cauca sembramos el camino de la paz,  porque entendemos que ésta debe ser cuidada y protegida en su conjunto, como es la vida que crece cuando se cuida y se sostiene en comunidad.

El  25 de noviembre nos tomamos la vía panamericana en el norte del Cauca y nos tomamos el Municipio de Villa Rica para manifestar que hay innumerables hechos que nos indignan y que son las causas que enraízan nuestras luchas: la reforma tributaria, la militarización de los territorios, los actores armados que continúan agrediendo a las comunidades, afectando los sitios sagrados y generando desarmonía en nuestros territorios. Nuestra lucha es contra la estigmatización de la protesta social, el uso desmedido de la fuerza por parte del ESMAD, contra las políticas públicas de género que se hacen a nuestras espaldas, sin nuestra participación, en contra de nuestros derechos, sin reconocer la diversidad y la experiencia de las mujeres, nos movilizamos por que la justicia actual tiende a  revictimizar a las mujeres y nos llama a la conciliación para evitar sancionar al victimario. Nuestra lucha es en contra de un gobierno que no se sienta a negociar con los y las estudiantes, con los trabajadores y trabajadoras y con los movimientos sociales.

Clemencia Fori, lidereza afrocolombiana expresa que “las mujeres estamos unidas, las mujeres nos unimos a caminar el camino de la paz a sembrar el camino de la paz; el llamado es para que desde este espacio sigamos construyendo juntas, sigamos defendiéndonos juntas, porque sabemos que lo que le duele a una nos duele a todas como indígenas, como afro, como campesinas, es sentir de las mujeres nortecaucanas y no queremos que esta oleada de violencia que estamos viviendo siga surgiendo dentro de nuestros territorios. Hago un llamado para que desde nuestro vientre aprendamos a cuidarnos las unas a las otras y aprendamos a llevar este legado a otras mujeres que están sufriendo esa violencia de que no callen de que hablen de que denuncien porque siempre vamos a estar con ellas”.

Las mujeres del norte del cauca caminamos juntas para transitar de la movilización social a la incidencia política porque cada acción emprendida, cada error cometido en el marco de la organización de esta movilización es un paso que avanzamos en la trasformación de nuestros propios imaginarios. Somos capaces de trasformar la sociedad en que vivimos por que de esta manera aportamos a un mundo sin sexismo, sin discriminación, que reconozca la diversidad y que sirva para pensar y transformar las desigualdades de este país. Nuestra propuesta es porque cese el acoso, cese la violencia y que construyamos relaciones más equitativas en la cama, en la casa, en las organizaciones sociales, en las universidades y en todos los espacios donde acontece la vida.

 

Caminamos juntas como un cuerpo colectivo que se sostiene y se alimenta de manera permanente, seguimos caminando la palabra abriendo todas las posibilidades de construir participación e incidencia política y comunitaria en nuestros territorios.

 

Organizaciones que participaron en la organización de la movilización:

 

Tejido Mujer ACIN, Mujeres Diversas, Fundación Empoderarte, Corporación Ensayos, Asociación Municipal de Mujeres ASOM, Sindicato de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo SINDEHEP, Corporación Mujer, Niñez y Juventud norte caucana, Res de Mujeres del Norte del Cauca REDMUNORCA, UAFROC, La Tonga, Casa del Niño, Colectivo Afrofemenino Venga que Si Puede, Red de Mujeres Políticas en Expansión y Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca ACONC.

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